En general, se considera a Miguel Milá como uno de los referentes del diseño industrial de nuestro país. Por eso, cuando surgió la oportunidad de colaborar con él, y más teniendo en cuenta que fue de Milá de quien partió la idea, nos sentimos más que afortunados y honrados.
Hoy, tras varios años de trabajo y unas cuantas versiones, presentamos el producto de dicha colaboración: la silla Gata y los taburetes Gres, en rattan, claro. Porque fue el rattan lo que atrajo a Milá hasta Expormim, él que se define como diseñador “pre-industrial” y que no esconde su inclinación por los materiales nobles.
Gata resulta de la búsqueda del equilibrio entre componentes, forma y calibres de la caña rattan para conseguir una silla cómoda y resistente y que el conjunto estético sea armónico. La continuidad de sus líneas genera un asa en la parte superior del respaldo que facilita su transporte y evidencia una de sus virtudes más importantes: la ligereza.
Aunque aparentemente sencilla, su proceso de diseño ha pasado por numerosos estadios y revisiones, siempre bajo la atenta supervisión de Miguel y de su hijo Gonzalo, con quien comparte autoría. Una silla de rattan, simple y llanamente, sin artificios, funcional y hecha para durar. Como siempre ha creído Milá que ha de ser cualquier diseño.
Gata, rattan al desnudo Miguel & Gonzalo Milá